15 marzo, 2012
TARTA SACHER
No tengo palabras para esta tarta. Solo sé que cuando la pruebes, primero desconectaras el teléfono, después debe de existir un compartimiento en nuestro interior que solo cuando alguna emoción nos lleva hasta allí, la descubrimos. Os invito a cerrar los ojos, relajaros y acomodaros en vuestro rincón mas acogedor del hogar, y dejaros llevar por el placer de saborear una tarta Sacher, después, poco a poco volveréis a la conciencia y puede que ya nada pueda ser igual que antes. Esta es mi pequeña contribución a la paz en el planeta, musica no se hacer, y que nos lleve hasta hacia una fuerza universal, disfrutar de nuestro mundo interior.
INGREDIENTES
- 130 g de chocolate fondant o negro de cobertura
- 150 de mantequilla de buena calidad a temperatura ambiente
- 40 g de azúcar glass
- Una pizca de sal
- Unas pizca de azúcar vainillado
- 6 huevos, separamos las yemas de las claras
- 180 g de harina previamente tamizada
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 120 g de azúcar granillo
- Para rellenar:
- 200 g de confitura de albaricoque
- Para el glaseado:
- 150 g de chocolate de cobertura
- 150 g de mantequilla
ELABORACIÓN
Encendemos el horno a 180º.
Fundimos los 130 g de chocolate en el microondas o al baño Maria y reservamos. En un bol, ponemos 140 g de mantequilla en pomada, 40 g de azúcar glas, la sal y el azúcar vainillado, trabajamos todo con una cuchara de madera y vamos incorporando poco a poco y una a una las yemas de huevo. Mezclamos bien todo hasta conseguir una crema homogénea. Agregamos el chocolate fundido, mezclamos y a continuación añadimos la harina junto con la levadura. En un bol, batimos enérgicamente las claras con una pizca de sal hasta conseguir el punto de nieve con los 120 g de azúcar restante, que vamos añadiendo poco a poco mientras montamos las claras. Untamos con mantequilla un molde de 24 cm., espolvoreamos con harina y vertemos la mezcla. Cocemos el bizcocho en el horno durante 40 minutos aproximadamente, pinchamos para comprobar que esta cocido. Dejamos enfriar sobre una rejilla (podemos utilizar la que tienen los microondas para gratinar). Cortamos el bizcocho por la mitad y lo rellenamos con la mitad de la confitura caliente pasada por tamiz. Recomponemos el bizcocho, y pincelamos el otro disco con la confitura sobrante todavía caliente. Troceamos el chocolate del glaseado, lo ponemos en un cazo y le añadimos la mantequilla cortada en trozos. Fundimos al baño Maria removiendo con una cuchara de madera hasta que quede una crema liquida. Dejamos unos minutos entibiar. Vertemos el chocolate fundido sobre la tarta y lo extendemos rápidamente con una espátula cubriéndola superficie y los laterales. Dejamos que se endurezca en el frigorífico durante 1 hora.