Mezclamos la harina de almendras, la mantequilla, la cáscara de limón rallada y el azúcar. Añadimos gradualmente los huevos enteros, las yemas y el zumo de limón. Por último, unimos las harinas tamizadas y la levadura. Mezclamos la masa y la vertemos en el molde de castillo. Cocemos en el horno a 170º C durante 40 minutos aproximadamente. Comprobamos si esta cocida pinchándola con un palillo, si al sacar el palillo sale limpio es que ya esta lista. Dejamos enfriar y desmoldamos. Decoramos al gusto.
La red velvet es una layer cake típica en el sur de Estado Unidos.
INGREDIENTES
200 gr de harina
2 cucharadas rasas
(20 gr) de cacao para repostería Valor
Media cucharilla de bicarbonato
Media cucharilla de levadura en polvo tipo Royal
Una pizca de sal
55 gr de mantequilla a temperatura ambiente
180 gr de azúcar
200 ml de buttermilk
1 huevo a temperatura ambiente
1 cucharada de extracto de vainilla o un sobre de azúcar vainillado
Colorante rojo
Para el frosting:
100 gr de queso para untar a temperatura ambiente
200 gr de azúcar glass
1 cucharada de mantequilla a temperatura ambiente
2 cucharaditas de leche
Una cucharadita de extracto de vainilla
ELABORACIÓN
Precalentamos el horno a 180º y ponemos los papelitos para cupcakes en los moldes metálicos y reservamos. En un bol mezclamos la harina, con el cacao, el bicarbonato, la levadura y la sal. Reservamos. En otro bol, batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una textura cremosa con las varillas. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y batimos hasta que esté cremoso. Añadimos la mitad de la mezcla de la harina y la mitad del buttermilk y batimos, lo justo para que se incorporen un poco los ingredientes. Añadimos el resto de la mezcla de harina y el resto del buttermilk y batimos hasta que estén los ingredientes incorporados. ¡Cuidado con no batir la mezcla demasiado! Añadimos un cucharadita de colorante alimenticio rojo y mezclamos con una espátula. Los rellenamos hasta dejar más o menos un dedo libre hasta el borde. Los horneamos durante unos 20 minutos. Una vez listos, los dejamos reposar dentro de los moldes 10 minutos y luego los sacamos. Antes de ponerles el frosting encima, los dejamos enfriar por completo.
Para hacer el frosting de queso, batimos el queso a temperatura ambiente, con la mantequilla, la vainilla, el azúcar glass tamizado y la leche, hasta tener una mezcla cremosa. Con una espátula o una cuchara, cubrimos la superficie del cupcake con la mezcla de queso. Lo dejamos reposar una media hora en la nevara y listo para disfrutar.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema. Agregamos los huevos uno a uno, batiendo sin parar de forma continuada. Añadimos el dulce de leche, la esencia de vainilla y la leche. Le incorporamos la harina previamente tamizada junto con el bicarbonato sódico. Mezclamos bien y rellenamos los moldes de papel hasta las ¾ partes de su capacidad ,y los colocamos dentro de los moldes de metal. Cocinamos 35 minutos en el horno precalentado. Retiramos del horno y dejamos enfriar. Los rellenamos con crema de chocolate o dulce de leche.
FROSTING DE YOGURT GRIEGO
150 gr de mantequilla a temperatura ambiente
200 gr de azúcar glass
6 cucharadas de yogurt griego azucarado
Colorante al gusto
Ponemos la mantequilla, le damos unas vueltas, echamos el azúcar glass tamizado previamente a la vez que seguimos batiendo la mantequilla, y cuando esté todo incorporado, echamos el yogurt griego azucarado. Aunque parezca que está cortado, seguimos batiendo. Ponemos el colorante y mezclamos hasta que nos quede el color homogéneo. Decoramos con la manga y una boquilla.
NOTA.-Podemos envolver cada cupcake en un papel film y los conservamos en el congelador por espacio de 3 meses
Azúcar glas para espolvorear o chocolate de cobertura
1 lacito rojo para decorar
ELABORACIÓN
Encendemos el horno a 180º. En un bol, mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Vertemos la masa en el molde, previamente engrasado y espolvoreado con harina. Ponemos en la parte baja del horno y horneamos a 180º durante 35 minutos aproximadamente. Retiramos del horno, dejamos unos minutos y retiramos el molde. Cuando el conejito esté frió, espolvoreamos con azúcar glas o cubrimos todo el muñeco con chocolate de cobertura y por supuesto no nos olvidemos de su lacito rojo en el cuello.
El conejo de Pascua, símbolo ancestral de la fertilidad y la renovación, reparte la vigilia del día de Pascua huevos de colores y chocolate; los niños alsacianos preparan para ellos nidos elaborados con ramitas, hojas secas y musgos y los depositan en el jardín el día anterior.
Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos un molde redondo desmontable. Separamos las claras de las yemas, reservamos las claras aparte. Batimos las yemas con el azúcar hasta que queden esponjosos. Añadimos la almendra molida, la zanahoria rallada, la piel rallada y el zumo de limón, mezclando un poco cada vez. Tamizar encima la harina con la levadura y las especias, mezclando todo bien. Montamos las claras aparte con la pizca de sal y el cremor tártaro, hasta que estén a punto de nieve. Incorporamos las claras montadas a la masa, mezclamos con movimientos muy suaves y envolventes, hasta conseguir una masa homogénea. Vertemos en el molde igualando la superficie y horneamos durante unos 45-50 minutos. Si se dora pronto por encima, lo cubrimos con papel metalizado. Estará listo cuando al pinchar el centro con una brocheta o palillo salga limpio. Esperamos unos minutos fuera del horno. Desmoldamos sobre una rejilla. Cuando aún esté caliente, pinchamos varias veces por encima y pintantamos con la mermelada rebajada y tibia. Dejamos enfriar totalmente.
Para el glaseado:
250 gr de azúcar glas
3-4 cucharadas (o más) de zumo de limón
Zanahorias de mazapán
Crocante de avellana
Mezclamos en un bol, el azúcar tamizado con el zumo de limón, añadiendo más poco a poco a medida que lo vayamos necesitando. Tenemos que conseguir una consistencia bastante espesa pero que se pueda untar bien. Distribuimos sobre la superficie del pastel y reservamos el resto. Colocamos las zanahorias mientras el glaseado sigue fresco para que se queden fijas al secarse. Glaseamos ahora el perímetro y vamos cubriendo con el crocante de avellana u oro fruto seco. Es más sencillo hacerlo poco a poco, en lugar de glasear todo de una vez. Dejamos secar por lo menos un par de horas, para que quede todo bien adherido.