Ponemos en el vaso los huevos, la leche, la sal y la ralladura de limón. Programamos 2 minutos, velocidad 5. Añadimos la harina y mezclamos todo 20 segundos, velocidad 6. El aceite para freír debe de estar siempre caliente a la misma temperatura, y el molde sin sacarlo del aceite, de esta forma las flores se desprenden solas. Al retirarlas de la sartén, se dejan escurrir bien sobre un papel de cocina absorbente, y finalmente las espolvoreamos con azúcar glas.
En un bol, batimos ligeramente los huevos, añadimos el anís y le agregamos la harina poco a poco hasta obtener una pasta con la ayuda de una cuchara de madera. Vamos aligerando, primero con agua y después la leche que admita, hasta obtener una crema con una consistencia suave pero que se adhiera a la cuchara, lo vemos porque al pasar el dedo por el dorso de la cuchara nos hace un camino. Ponemos una sartén al fuego y la untamos con un trapito atado a un tenedor impregnado de manteca de vaca derretida. Una vez que la sartén esté bien caliente, echamos una cucharada de la pasta y cubrimos el fondo con la mezcla de modo que quede una película muy delgada en el fondo. Cuando los bordes de la filloa se comiencen a dorar, le damos la vuelta y cocinamos por el otro lado. Las colocamos en un plato y apilamos las filloas unas encima de las otras, así conservarán mejor el calor y quedarán más suaves. La servimos rociada con miel o espolvoreada con azúcar y canela.
Nota.-engrasamos la sartén cada vez que elaboramos una filloa.
Cortamos el chorizo en rodajas y lo reservamos. Pelamos las patatas y las hervimos en agua con sal. Pasamos por el pasapurés mas fino y reservamos caliente. Pelamos y cortamos la cebolla en juliana fina, y la pochamos en el aceite hasta que nos quede transparente. Mezclamos el puré con la cebolla, la harina, las yemas de huevo, las claras, la nata y la sal, procurando que nos quede una masa homogénea. Ponemos una sartén al fuego con un poco de aceite, cuando este caliente, ponemos una cucharada de pasta en la sartén y a continuación una rodaja de chorizo. Cuando este dorada, le damos la vuelta para que se termine de hacer. Ponemos los blinis en un plato de presentación acompañado por unas hojas de ensalada.
Nota.- Podemos utilizar este plato para hacer los blinis con lo que lo que nos sobre de un pollo cocido o asado o los resto de la carne de un cocido, nos será muy útil como plato de aprovechamiento.
Ponemos la harina en un bol en forma de volcán, en el medio ponemos la sal, el azúcar, la mantequilla, la levadura disuelta en la leche templada, el huevo y la ralladura de limón Mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una masa que se despegue de las manos pero que sea blanda. Hacemos una bola y la dejamos reposar en un bol con la base untada con aceite. Ponemos un paño y dejamos reposar unos 30 minutos aproximadamente, vamos observando que han subido. Hacemos los donuts, los colocamos sobre una bandeja untada con mantequilla y esperamos otros 30 minutos. Una manera de hacer la rosquilla es hacer una bola, aplastarla un poco y, con un tapón de una botella, presionas en el centro y hacemos un el agujero, Otra forma; estiramos la masa y cortamos los donuts, la masa deberá tener un cm de grosor aproximadamente. Dejamos levedar y al subir nos queda la forma de donuts. Ponemos abundante aceite en una sartén y según sacamos los donuts los rebozamos en azúcar normal, o azúcar glass. Otra forma de terminar los donuts es con el almíbar: Preparamos un almíbar con el agua, el azúcar y los zumos, dejamos hervir hasta conseguir un almíbar un poco espeso, bañamos los donuts y los espolvoreamos con azúcar glass.
Para los creps: Batimos con un batidor de varillas todos los ingredientes hasta conseguir una masa algo liquida, la colamos y la dejamos reposar una hora aproximadamente. Para el dulce de leche: Ponemos la leche al fuego, cuando hierva agregamos el azúcar, la vainilla abierta a lo largo y el bicarbonato. Removemos sin parar a fuego medio fuerte hasta que tome un color dorado y espese. Retiramos del fuego, removemos un poco más y dejamos que se enfríe.
Mientras elaboramos los creps; en una sartén antiadherente caliente, vertemos un cazo de la mezcla y movemos la sartén para que la masa se extienda por la base. Intentaremos hacer los creps muy finos. Esperamos que se dore por un lado, se nota cuando el crep quede suelto, también se dice que levanta la oreja, y en ese momento le damos la vuelta, y dejamos que se dore por el otro lado. Retiramos y dejamos en una fuente o plato y, así, vamos acumulando crepes. Terminamos nuestro plato poniendo dos cucharadas de dulce de leche, en el centro de cada crep, doblamos en cuatro o enrollamos y espolvoreamos con azúcar glas. Están uhmmmm, no os lo cuento…
